Financiación para investigar en colaboración con empresas

Una jornada de la Universidad de Salamanca muestra las opciones que tienen los investigadores de obtener recursos para desarrollar proyectos junto al sector privado.

La Universidad de Salamanca celebró una jornada sobre financiación de proyectos cooperativos de investigación con empresas. El vicerrector de Investigación y Transferencia, Juan Manuel Corchado, informó acerca de las distintas posibilidades que se abren para los investigadores a través de convocatorias destinadas al desarrollo de proyectos aplicados y transferencia de conocimiento.

Las fuentes de financiación son muy diversas, desde los fondos europeos hasta las convocatorias nacionales del Ministerio de Economía y Competitividad y del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, pero el vicerrector ha citado expresamente a la Agencia de Innovación, Financiación e Internacionalización Empresarial (ADE) de Castilla y León. En el marco de la Estrategia Regional de Investigación e Innovación para una Especialización Inteligente (RIS3), la ADE “ha desarrollado un plan operativo que se presentará próximamente pero que ya tiene convocatorias abiertas hasta que se acaben los fondos”, señaló el vicerrector, de manera que “queremos ser los primeros en solicitar financiación para tener más posibilidades de éxito”.

“No queremos que nadie cambie su forma de trabajar”, destacó Corchado en referencia a los investigadores de la USAL, “pero sí que vean la posibilidad de conseguir financiación adicional en colaboración con empresas locales, regionales, nacionales o internacionales”. Las nuevas opciones que se presentan “les van a permitir crecer, conseguir financiación, ser autónomos para contratar personal y para desarrollar sus laboratorios, grupos de investigación e institutos”.

En este ámbito tiene cabida cualquier proyecto que tenga un interés industrial, comercial o que represente una mejora para una empresa o un sector. Cualquier mejora de productos o servicios puede ser objeto de financiación y dentro de casi cualquier sector, desde empresas editoriales a compañías del sector farmacéutico o de automoción.

“Lo que necesitamos es encontrar una empresa que tenga una necesidad y un grupo de investigación que pueda cubrirla”, comentó el vicerrector. Para lograrlo, “tenemos que ser proactivos, ir a por las empresas y decirles que les ayudamos a buscar la financiación que necesitan para desarrollar la investigación que también necesitan”.

“Las empresas aportan personal especializado y el conocimiento del problema, mientras que la universidad aporta la solución con el equipo humano y los laboratorios”, explicó Cochado, que puso un ejemplo: una empresa puede querer mejorar una máquina de esterilización de alimentos al vacío y necesita un sistema de mantenimiento predictivo que sea inteligente y que le permita detectar los problemas antes de que surjan para no parar una cadena de montaje”.

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