Los parques científicos señalan el camino

La Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España (APTE) acaba de hacer públicos los datos correspondientes a 2015, y son muy positivos.

A nivel nacional se han alcanzado las 7.736 empresas instaladas, lo que supone un aumento del 20% respecto al año anterior. El empleo también ha crecido, casi un 5% entre 2014 y 2015, llevando la cifra de personas empleadas en los parques a casi 159.000. Y la facturación se eleva a 24.427 millones de euros, lo que significa un 9’4% más.

Son números muy buenos que confirman que, también en el terreno de la empresas innovadoras, la recuperación económica se está consolidando.

Desde el Parque Científico de la Universidad de Salamanca estamos contribuyendo a ello. El año pasado alcanzamos las 50 empresas y los 800 empleos directos. Y la tendencia en los primeros meses de 2016 es tan buena o incluso mejor.

Disponer de un espacio en el que trabajar conectados a la investigación universitaria, en el que se facilita la colaboración y se fomenta la generación de conocimiento y la transferencia de tecnología, es una ventaja de la que ya disfrutan las compañías que están instaladas en el Campus de Villamayor de la Armuña.

Las empresas buscan ventajas competitivas a la hora de definir su estrategia de crecimiento, y la ubicación y relación con proveedores y clientes son dos de las claves. Si hablamos de start ups y de empresas que se dedican a la tecnología, compartir espacios y recursos con los investigadores de la Universidad de Salamanca hace que las posibilidades se multipliquen.

Esa ventaja vale tanto para empresas consolidadas como para las recién creadas y las spin offs, iniciativas que surgen de la propia universidad para explotar el conocimiento generado en los proyectos de investigación, muchas de las cuales pasan por nuestra incubadora de empresas para incorporarse al parque en condiciones de abrirse paso en el mercado. Precisamente para este tipo de empresas hemos aprobado hace unos meses la normativa que va a favorecer este tipo de proyectos.

Por otra parte, en los espacios físicos en los que existe una concentración de talento y de intereses sectoriales comunes se produce un efecto denominado spill over, y que significa que los beneficios obtenidos por una empresa aportan de forma indirecta ventajas a las de entorno. Es el modelo de los clusters, cuya eficiencia está reconocida a nivel internacional.

Queda mucho por hacer, ningún éxito es suficiente. Hace pocas semanas la Fundación CyD presentó el que probablemente sea el más completo ránking universitario, en el que la Universidad de Salamanca aparece la quinta de España en transferencia de conocimiento.

Es un reconocimiento que nos ha alegrado, sobre todo porque se sustenta en cifras objetivas y demostrables: En los últimos tres años hemos incrementado el número de proyectos de investigación en un 7%, registrado 22 patentes, de las que siete tienen carácter internacional, y superado los 500 contratos con empresas para llevar a cabo actividades de I+D.

No es casual que ese buen momento de nuestro modelo de transferencia coincida con los datos de los parques científicos a nivel nacional. Formamos parte de un sistema conectado en el que queda mucho margen de mejora y crecimiento.

Edificio M3 del Parque Científico
Edificio M3 del Parque Científico

¿Cómo? Impulsando los procesos de transferencia, el fomento de la participación en programas de financiación competitiva, facilitando a los titulados universitarios las herramientas para la puesta en marcha de empresas basadas en el conocimiento, y mejorando los mecanismos de financiación.

A pesar de los problemas, que también los hay (las restricciones en materia de financiación pública son los más llamativos, pero no los únicos) tenemos la oportunidad de seguir creciendo, de consolidar el Parque Científico de la Universidad de Salamanca como elemento tractor de la economía local y regional, expandiendo su modelo a otras ciudades como Zamora, Ávila y Béjar.

Con un panorama así y un reto tan excitante como la creación de empleo y riqueza a través del conocimiento es más fácil trabajar y esforzarse por superar los nuevos objetivos que nos marcamos. Y en ello estamos.

¿Te apuntas?

 

Juan Manuel Corchado