Impresores 3D de las “dosis“ de radioterapia

Mi Pequeña Fábrica mejora los tratamientos contra el cáncer con compensadores modelados a mano.

Son artesanos de la salud. Por sus manos pasan los tratamientos que pueden salvar la vida de millones de personas. No son médicos, son creadores con el denominador común de la impresión en tres dimensiones. Ellos no hacen comida, edificios, coches… Ellos sueñan a lo grande. Diseñan moldes a medida para que  los rayos destruyan las células cancerosas de una forma más precisa. Dan en la diana de la enfermedad. La empresa Mi Pequeña Fábrica es un generador de imposibles. Su meta es transformar la vida y las mentes más inquietas. Cuenta con varias líneas de negocio que giran en torno a la impresión 3D.

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Su relación con la medicina no se queda ahí. También han diseñado férulas a medida que son el sustituto futuro de la tradicional escayola. Para el desarrollo de inmovilizaciones personalizadas trabajan con un modelo escaneado de brazo que posteriormente usan como base de diseño para la creación de la sujeción.

 

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