Determinan zonas de riesgo que pueden sufrir la “seca” de las encinas

Investigadores de la Universidad de Salamanca diseñan un sistema de alerta temprana en la provincia de Salamanca.

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la dehesa es la enfermedad conocida como “la seca”, que afecta principalmente a los árboles más emblemáticos de este ecosistema, la encina y el alcornoque. Investigadores de la Universidad de Salamanca han estudiado las características de los enclaves que sufren el problema y con esos datos han diseñado un modelo que indica las zonas de riesgo en la provincia y que, por lo tanto, puede servir como sistema de alerta temprana.

“La seca es como un incendio silencioso”, cita José Ángel Sánchez Agudo, científico del Departamento de Botánica y Fisiología Vegetal de la Usal. Se trata de un “decaimiento forestal” cuyo origen no está claro, aunque parece muy relacionado con la presencia de un conjunto de patógenos, en especial el oomiceto Phytophthora, un microorganismo intermedio que pertenence al reino protista, tradicionalmente considerado como un hongo.

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Aunque existe una red de observación nacional de la seca, en Castilla y León aún se desconoce la situación real de este problema y no hay una estrategia de actuación definida, por eso la Universidad de Salamanca lleva algún tiempo trabajando en ello. Ya en 2014 los investigadores realizaron un estudio preliminar, en el que llevaron a cabo 48 muestreos en la provincia  y que sirvió para elaborar un modelo predictivo sobre las zonas que podrían ser susceptibles de sufrir la enfermedad. Es decir, que en función de las características que tienen los lugares en los que se ha constatado la presencia del problema, el modelo deduce que en otros de características similares es muy probable que también se registre.

Esta metodología, además, permite determinar cuáles son las circunstancias ambientales que favorecen su aparición y que pueden tenerse en cuenta para prevenirla.

Ahora, gracias a la financiación de la Diputación de Salamanca a través de la “I Convocatoria de proyectos de investigación orientados a ofrecer soluciones tecnológicas al sector primario”, los científicos han ampliado el número de muestreos  de forma notable mejorando la precisión del modelo. Los resultados, que se han obtenido en colaboración con COAG y la Asociación Forestal de Salamanca (Asfosa), fueron presentados en la pasada Feria del Sector Agropecuario Salamaq.

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José Ángel Sánchez Agudo presenta los resultados en Salamaq

“Realizamos otros 103 muestreos”, comentó José Ángel Sánchez Agudo en la presentación de los resultados, llegando a la conclusión de que “la zona este de la provincia presenta una mayor idoneidad para albergar Phytophthora”. Entre los factores principales que predisponen a su presencia están que el suelo sea poco arenoso, que exista una elevada cobertura vegetal y que las temperaturas sean altas en los periodos más lluviosos.

Con estos datos, los investigadores estiman que ante los diversos escenarios futuros de cambio climático, en las próximas décadas el este de la provincia salmantina puede verse muy afectado, pero que en  la zona oeste puede aumentar la intensidad de la enfermedad.